No pudo haber mejor resumen del viaje de Antony que sus lágrimas al cabo del empate 2-2 con Fiorentina que sellaba el pase de Betis a la primera final europea de su historia, la Conference League. A sus 25 años, era prácticamente considerado un desecho en la Premier League, pero vestido con los colores del Betis el brasileño ha vuelto a soñar.
Cuatro goles definieron la clasificación del Betis al partido decisivo en Wroclaw y en tres de ellos tuvo participación el extremo derecho ‘canarinho’, anotando el segundo tanto en el partido de ida, y siendo absolutamente decisivo en el de vuelta, con una diana y la asistencia para el gol de Abde Ezzalzouli que selló el resultado.
En cuatro meses con el Betis -al que llegó en el invierno-, ha anotado casi tanto como en tres años con los Diablos Rojos. Han sido ocho goles en total: cuatro en Liga y cuatro en Conference League, mientras que en los tres años que pasó vestido de rojo convirtió cinco veces en la Premier League, cinco en otras dos competiciones domésticas y dos a nivel continental.
“Mi familia y yo sabemos lo que pasamos tres o cuatro meses atrás para estar viviendo hoy este momento. Estoy viviendo un sueño porque he pasado muchas cosas en mi vida personal. He llorado mucho porque pasamos momentos muy difíciles para estar disfrutando hoy de este momento”, comentó tras el empate 2-2 del 8 de mayo en el Artemio Franchi.
El calvario vivido en la Premier League incluyó desencuentros con las decisiones tácticas de su exentrenador, Erik Ten Hag, y una licencia tanto en el club como en la selección brasileña, mientras se investigaban acusaciones sobre violencia doméstica, de las que fue absuelto.
Renacido con el Betis, Antony ha vuelto a ser el objeto del deseo de varios equipos en Europa, ahora que su préstamo está cerca de expirar, y está listo para un desenlace que ni él se esperaba, y que marcaría un hito excepcional: ser campeón en dos torneos continentales el mismo año.
El Manchester United, con el que jugó hasta enero, enfrenta al Tottenham en la final de la Europa League, y con el Betis buscando la corona de la Conference League ante el Chelsea, las vitrinas de Antony podrían sumar las dos medallas. Para un hombre que comenzó el año con las manos vacías, es mucho más de lo que se atrevió a soñar.
De decepción a revelación en cuatro meses
Cuando Antony llegó a la Premier League, lo hizo precedido por su medalla de oro olímpica con la sub23 de Brasil en Tokio 2020, y por sus tres años triunfales en el Ajax, durante los cuales anotó 25 goles entre todas las competiciones y consiguió dos títulos de la liga neerlandesa.
Su pase por 95 millones de euros más cinco adicionales por incentivos era la suma más alta jamás pagada por un jugador del Ajax y de la Eredivisie, y la tercera transferencia más costosa para el Manchester United, después de las de Paul Pogba y Romelu Lukaku.
El comienzo no pudo ser más prometedor: un gol en cada uno de sus tres primeros partidos, algo que ningún otro debutante del United había logrado antes, pero la crisis de los Diablos Rojos fue también la de Antony.
Con Erik Ten Hag al mando y Antony en la delantera, los Diablos Rojos pusieron fin a su racha más larga sin un título, los seis años transcurridos antes de la victoria sobre Newcastle en la EFL Cup en 2023.
Pero después de eso vino el fatídico 7-0 ante el Liverpool, su revés más severo, un octavo lugar en la campaña 2023-2024 -su peor resultado en 24 años- y en lo personal un año entero sin hacer contacto con las redes, la peor pesadilla para un atacante.
La crisis incluyó cuatro semanas en pausa tanto en el Manchester United como en la selección brasileña, mientras se investigaban las acusaciones por violencia doméstica de su pareja del momento, la influencer Gabriela Cavallin, y otras dos mujeres, una de las cuales retiró su denuncia.
“No es fácil estar crucificado y con la boca cerrada. ¿No crees que me hubiera gustado decir algo antes y defenderme?”, dijo Antony a la televisión brasileña, en alusión a la recomendación de su representación legal de no emitir declaraciones que pudieran entorpecer la investigación.
Finalmente, la Policía de Sao Paulo cerró el caso luego de interrogar a 19 testigos, sin presentar cargos, ante la falta de evidencias. Las investigaciones en Manchester continuaron, pero tampoco representaron un obstáculo para seguir en las canchas.
Pero su carrera continuaba sin repuntar. Un episodio describió de forma gráfica su incomodidad en el United. El equipo enfrentaba al Arsenal en la Premier League, y después de sustituir a tres jugadores, Ten Hag dio la indicación al brasileño de pasar a jugar por la banda izquierda.
Imágenes del partido lo muestran haciendo un gesto con el dedo índice junto a la sien, para indicar que lo consideraba un movimiento loco, y luego al cruzarse con el también brasileño Gabriel Jesus se le vio cubriéndose la boca para ocultar un comentario.
Era la segunda vez en un mes que era obligado a jugar en una posición en la que tenía muy pocas posibilidades de rendir, y un nuevo desencuentro con Ten Hag, pero la llegada al banquillo del portugués Ruben Amorim no cambió mucho la situación para él y terminó pasando a préstamo al Betis durante la ventana de transferencias de invierno.
Fue el final feliz que tal vez ni él había proyectado. Antony se convirtió en el mejor jugador de un Betis más ambicioso que nunca, con ocho goles y cinco asistencias en 21 partidos jugados desde enero.
Su aporte ha sido providencial para que el club esté en la final de la Conference League, en la franja de clasificados a la Europa League del próximo año y todavía peleando por el sueño de meterse entre los cinco españoles que jugarán la Champions.
El Betis ha ganado sus últimos tres juegos de la Liga hasta la jornada 24, y Antony ha estado presente en las tres victorias, con goles ante Girona y Espanyol y una asistencia en el 5-1 sobre Valladolid, eso sin contar su decisiva actuación en las semifinales de la Conference League.
Un futuro despejado en la élite de Europa
Las puertas de los mejores equipos del fútbol europeo vuelven a abrirse para Antony. El Betis, por supuesto, quiere conservar a su recién descubierta joya y el director general Ramón Alarcón ha dejado saber que el cuadro sevillano se jugará las cartas que sean necesarias para extender el préstamo del brasileño.
“En Navidad le hicimos una promesa al Manchester United: si viene aquí al Betis, es un lugar donde recuperará su valor. La promesa se ha cumplido. Veremos cuando llegue el verano si hay opción de traerlo un año más”, declaró Alarcón al portal ‘El Desmarque’.
Para los Diablos Rojos, permitir que Antony siga mostrando su mejor versión con Betis es probablemente la mejor forma de conseguir un buen acuerdo por un jugador que, al fin y al cabo, no parece estar en sus planes.
A Alarcón se sumó también el presidente del Betis, Ángel Haro, al anunciar: “Nos sentaremos con el Manchester United a ver qué posibilidades tenemos dentro de nuestra situación económica, que no es tan boyante”.
Otros grandes se sumarán a la puja. El Atlético de Madrid podría ser uno de ellos. Mientras tanto, las lágrimas por los gritos de “Antony, quédate” de los aficionados que se desplazaron a Florencia para ver al Betis clasificar a su primera final europea, le demuestran al delantero que tenía razón cuando decidió tratar de remontar la cuesta en un club donde “sabía que sería feliz”.